Más allá de cualquier información que encuentres en tu camino hay una guía que siempre está disponible para ti...es la guía de tu propia sabiduría interior. Reconócela y siéntela en cada latido de tu corazón... sírvete de ella en tu viaje de experimentación. ¡Tú eres el milagro que has estado esperando, honra tu vida!

domingo, 9 de septiembre de 2012



Parábola tomada del libro IV de KRYON

Lee Carroll
 
 


Nota del autor

 

La transmutación del enfado y el miedo en paz y ale­gría son los temas preferidos de las historias de Kryon. Esta es una historia con la que se identificarán muchas mujeres, porque es una situación real que muchas han vivido, y aún viven. Hombres, tomen nota, porque les puede ayudar a relacionarse mucho mejor con su pareja en esta vida.

 

Jessica era una mujer muy dulce, pero también se sentía extremadamente enfadada. En el fondo de su dulce exterior había un enfado furioso que se perpe­tuaba a cada oportunidad. Era loco, vengativo y des­tructivo. Era auto-derrotista y gritaba a la mente de Jessica que no merecía estar viva.

Pocos veían el enfado de Jessica bajo su dulce exte­rior. Por fuera parecía ser de un modo, pero por den­tro era de otro, y el enfado parecía salir en los peores lugares y en los peores momentos. Esos arranques sólo parecían enfadarla aún más; ¡como si le enfadara estar enfadada! Lo último que deseaba Jessica en este mundo era que su aspecto exterior fuera de enfado, y por lo tanto lo escondía siempre que podía, pues sabía que en su cultura no la hacía muy femenina.

Las relaciones eran un desastre para Jessica. Siempre las acababa ella misma con un enfado explo­sivo; y el hombre no regresaba. No lo podía evitar. Jessica no sabía muy bien si estaba enfadada por algo o por nada, pero estaba enfadada. Después de esto, volvería a mostrarse dulce, hasta la siguiente situación en que se presionaban los botones y el enfado volvía a salir. Era vívido y feo, ella no lo controlaba y lo sabía.

Jessica buscó ayuda, y no le costó mucho tiempo darse cuenta de que su enfado era debido a lo que sucedió cuando era una niña, porque habían abusado de ella. El modo en que su padre la trataba emocio­nalmente ¡era inexcusable! ¡Las cosas hechas a causa de la lujuria también eran inexcusables! Cada vez que pensaba en esos tiempos se sentía aún más enfadada. ¡Cómo le odiaba! Jessica escapó de su vida familiar tan pronto como le fue posible, y nunca volvió a ver a su padre. Para el desespero de su ya fallecida madre, Jessica nunca pudo hablar sobre el por qué se había ido de un modo tan airado. Mamá no había formado parte del problema, pensaba, y aun así éste las separó. Jessica también estaba enfadada por eso. Su madre nunca llegó a ser la amiga en que se convierte una madre para algunas mujeres con el pasar de los años.

Sucedió que la búsqueda de auto-ayuda por parte de Jessica se convirtió en una genuina iluminación.

Conoció a una mujer que expresaba la alegría, el amor y la paz que hacía tanto tiempo que buscaba Jessica. La mujer le dio a conocer algunos conceptos impresionantes de valoración de sí mismo y de res­ponsabilidad que tenían sentido, pero que aún le eran difíciles de captar. Jessica entendió, sin embar­go, que la vida era algo más que andar por ahí con su enfado, y deseaba de todo corazón que el nuevo sis­tema de creencias de esta mujer la ayudara a desente­rrar esta ancla de enfado y le permitiera liberarse de él de una vez por todas.

Y así, en su nuevo camino iluminado, una noche preguntó a sus ángeles y guías:

–¿Qué puedo hacer para anular este enfado? ¿Qué puedo hacer?

Sus ángeles se presentaron frente a ella y le dijeron:

–Encuentra a tu padre y ¡enfréntate a él! ¡Ahh! Esas eran las peores palabras que Jessica podía oír. Y así la oscuridad del miedo cayó sobre ella. Encontrar a su padre y ver su cara de nuevo ¡era lo último que quería hacer! Estaba incluso enfadada con sus ángeles por haberle sugerido algo así. Había pasa­do noches y noches pensando en cómo escapar del recuerdo de su padre, ¿y ahora los ángeles le decían que lo buscara? ¡No! Y volvió a preguntar:

–Angeles y guías, ¿qué puedo hacer para encontrar la paz?

–¡Encuentra a tu padre y enfréntate a él! –le res­pondieron de nuevo.

Y de nuevo, sintió que el manto del miedo caía sobre ella. Y como si fuera de nuevo una niña, podía ver los ojos negros y terriblemente lujuriosos de su padre. En su mente, aún podía oler el alcohol, y sen­tía muchísimo miedo. Sin embargo, al final Jessica hizo lo que le decían. Se dijo a sí misma: "Entraré allí, al más oscuro lugar de mi existencia: las acciones de mi padre que arruinaron mi vida. Y no sé lo que con­seguiré, pero intentaré hacerlo honradamente."

Buscó a su padre y descubrió, con decepción, que aún estaba en la ciudad. Hubiera sido más fácil para ella si no le hubiera encontrado, pero no era así. Así tenía que enfrentarse a sus miedos. Jessica pensó:

"Esperaré un momento en que crea que pueda estar en casa, cuando aún no esté borracho. Me puedo ver frente a su puerta. Llamaré sin miedo, y cuando con­teste ¡le diré lo que pienso! Le diré lo horrible que fue lo que me hizo. Le haré saber ¡que es responsable de arruinar mi vida con mamá, de arruinar mi infancia, de arruinar mi vida con otros hombres! Se lo haré saber de una manera u otra. Entonces seré libre."

Pero algo curioso le sucedió a Jessica la noche antes de hacerlo. Tal como hace Dios a menudo, hubo una intervención de última hora. Igual que el ángel que sujetó la mano de Abraham cuando estaba a punto de hacer frente a su peor miedo, Jessica recibió el don de una visión destacada. Se la llevaron en esta visión y le enseñaron quién era realmente su padre. Tuvo una visión global. Vio a dos queridos amigos llegando a un trato antes de venir a la Tierra. Vio el papel de la entidad de su padre en sus propias vidas anteriores: un cariñoso compañero en la última; una maravillosa y atenta hermana en su vida anterior; y un buen amigo antes de esto. Vio que ambos habían cumplido sus contratos en el planeta. Porque él vino y cometió actos despreciables y se veía forzado a vivir con ello. Ella había venido y habían abusado de ella y tenía que vivir con ello. Como mejores amigos con la mente de Dios, habían unido sus vidas en un contrato de ade­cuación antes de llegar aquí, y ahora estaban viviendo la obra en la Tierra que ambos habían diseñado.

La realidad de la visión afectó profundamente a Jessica. ¿Podía ser cierto? ¿Era todo esto una prueba entre amigos angelicales disfrazados? Como respuesta sintió una tremenda ola de amor de sus ángeles, y supo que era así. Jessica supo que era libre. Sabía que su enfado ya no existía porque había visto el entendi­miento del amor rodeando el propósito de su expe­riencia terrenal. El padre había facilitado el enfado de su prueba, como habían planeado. Ahora podía ver el fantasma de su miedo y cómo ya no podía mantener­se tras la exposición de la verdad. El enfado había sido desconectado, y se sintió totalmente liberada del miedo que rodeaba a su padre. Su sólo intento de enfrentarse al miedo era suficiente, igual que el puro intento de Abraham de hacer lo que se le decía.

Ahora, en este punto, Jessica tenía la opción de decidir no ir a través del enfrentamiento real con su padre. Sabía que su tarea estaba completa, y que había superado su miedo. Había tenido la intención verdadera de hacer la tarea de encontrarlo, y había sido honrada con el don de la visión. Tenía el entendi­miento y la sabiduría de Dios. Había desarmado una lección de vida y ahora sentía una paz increíble.

Pero Jessica se sintió empujada por el amor a ir hasta el final del camino. Con su fuerza recién encon­trada y su falta de enfado o de ganas de venganza, fue hasta la puerta de su padre y llamó. Cuando él salió a la puerta, vio a un hombre derrotado, que parecía mucho mayor de lo que era en realidad. Había perdi­do todo el pelo, y se sintió conmocionado al recono­cerla. Teniéndola a ella delante de él, sintió que la emoción subía a sus ojos. Antes de que él pudiera hablar, ella le dijo honestamente:

–Padre, te quiero. Gracias por hacer lo que viniste a hacer. Te perdono completamente. Soy tu hija, com­pletamente en paz con mi vida.

Sin otra palabra, le dejó allí de pie, solo, pensando cómo era eso posible.

Jessica no podía saber de ninguna manera que su padre era un hombre deprimido y triste. Hacía mu­cho tiempo que había dejado sus costumbres abusivas sólo para seguir vivo, pero su vida estaba llena de dolor y sentía que no merecía vivir. Ben, en su vida él tenía sus problemas de propia estima. Había interpre­tado su papel y estaba sumido en el horror del mismo. Sabía que lo que había hecho era imperdonable, pero cada noche soñaba con una dulce hija que al final vendría hacia él para que él le pudiera suplicar su per­dón. No tenía fuerzas para buscarla, y tenía mucho miedo a su rechazo si lo hacía. Había soñado que su hija venía a su puerta y le decía: "Padre, te perdono." Y ahora había sucedido. Ya nunca fue el mismo, y pronto fue capaz de reír de nuevo. Sus oraciones habí­an obtenido respuesta. Había sido perdonado por la única entidad humana en el plan de Dios que podía hacerlo, y empezó a sentir que valía algo.

Aquella noche se salvaron dos vidas; se salvaron de la oscura negatividad y el miedo que había encerrado a ambas durante tanto tiempo, y ello gracias a las sabias acciones de una hija iluminada. Muchos años después, dos ángeles amigos paseaban por las estrellas, explicando su historia de cuando fueron padre e hija y de cómo habían pasado la prueba y reconocido quiénes eran mientras tenían forma humana. Explicaron cómo la verdad nunca puede esconderse cuando pedimos que se revele, y cómo el amor de Dios siempre prevalece sobre la oscuridad.

 

 

Postdata del autor

¿Realmente podemos eliminar miedos de toda una vida o años de enfado a través de la propia realización? Pregunten a Jessica, porque la historia es real, y su victo­ria es real. Una carta que recibí tras la sesión en directo con Kryon confirmaba que la historia era la de alguien allí presente. Muchos hombres y mujeres han llegado a entender que el haber sufrido abusos no implica represalias. El escenario está allí, y la prueba es lo que la perso­na hará con los atributos, a menudo incapacitadores, del enfado y el miedo. ¿Permite que estas emociones le con­suman y controlen sus acciones, o pide ayuda a Dios para descubrir en qué consiste la prueba?

El descubrimiento de uno mismo incluye el descubri­miento de por qué está usted aquí y por qué ha sucedido todo. Alguna vez se ha preguntado "¿Por qué yo?" La res­puesta puede sorprenderle. ¿Qué sucede si la respuesta es:"Porque usted lo planeó así"? Kryon dice que en medio del peor miedo y enfado se halla también la mayor libe­ración de amor posible. Las pruebas son duras, pero las recompensas por superarlas están llenas de esplendor y esperanza. ¿Es usted capaz de algo así? Absolutamente. Kryon nos dice que sólo los que más valen se encuentran en este planeta para superar las pruebas.

 

 
Kryon es una fuerza superior que ha decidido ayudar a los seres del planeta tierra , es enviado por un grupo de maestros extra-físicos que conocemos como "La Hermandad". Kryon y su grupo "llegaron" a la Tierra en 1989, para la Convergencia Armónica, cuando se realizó una medición de la energía y del potencial futuro de la humanidad. Como los resultados fueron positivos, el grupo de Kryon vino a modificar la rejilla magnética del planeta para apoyarnos a los humanos en nuestro camino hacia la iluminación.

Las canalizaciones tienen el propósito de informarnos a los humanos sobre este proceso y darnos a conocer las oportunidades que tenemos y los regalos que están a nuestra disposición si decidimos aceptarlos.

Primer canal - Lee Carroll .
© Lee Carroll http://www.kryon.com
http://www.kryonespanol.com

 

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