Dejar Ir el Miedo
por Neale Donald Walsch
por Neale Donald Walsch
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Estoy claro ahora que miro hacia atrás, que fue lo último y no lo primero.
Fue mi pérdida del miedo lo que produjo la Buena Vida. Desafortunadamente, hice
todo lo posible en mi propia vida para deshacerme de mi miedo. En mi caso,
¡literalmente tuve que perderlo todo antes de poder llegar a un lugar donde ya
no tenía miedo de lo que podría perder! Me llevé a mí mismo hasta el fondo,
renuncié a todo lo que era querido para mí, dejé ir todas mis posesiones
físicas, vi evaporarse mis sueños y metas para mi vida, parado ahí como un
observador sorprendido presenciando cómo mi cuerpo se encontraba sin un hogar.
Sólo cuando llegué al lugar donde no tenía“nada que perder” fue que perdí
la única cosa que estaba tratando de perder: mi miedo. Por ahí en la calle, mis
pensamientos se volvieron a todo lo que tenía por ganar – y así, muy
naturalmente, lo gané todo. Donde están tus pensamientos, allí estará también
tu futuro.
Yo no recomiendo este proceso a otras personas. Estoy seguro de que hay una
forma más fácil de entender que, como dijo Franklin D. Roosevelt “no tenemos
nada que temer más que al miedo mismo”. Muchas veces antes en mi vida he
tratado de enseñarme a mí mismo esta lección, llevarme a mí mismo a la
remembranza de esta verdad. Muchas veces antes en mi vida había sufrido
pérdidas que estaba convencido me dejarían infeliz para siempre, sólo para
descubrir que la alegría y la felicidad no eran tan esquivas como me había
imaginado que serían, y que yo podía, de hecho, ser feliz sin aquello que
pensaba que nunca podía perder.
Lo que estoy tratando de decir aquí es que mi vida me ha demostrado una y
otra vez que puedo sufrir una pérdida enorme y seguir manteniendo mi paz
interior y felicidad. Y ahora, después de la experiencia de Conversaciones
con Dios, tengo esto realmente muy claro, porque he llegado a comprender
que la paz y la alegría y la felicidad que busco no vienen y no pueden venir a
mí desde fuera de mí mismo.
Me suena tan trillado cuando digo algo así. Todo el mundo dice “la alegría
debe venir del interior.” Pero es verdad. Cada vez que he colocado la fuente de
mi felicidad fuera de mí, me ha decepcionado. Cada vez que coloco la fuente de
mi felicidad dentro de mí, soy colmado. Permítanme compartir con ustedes una
técnica que he utilizado con maravillosa eficacia en mi propia vida para darme
cuenta de que la verdadera felicidad y la alegría más grande están dentro de
mí. Yo experimento esto el momento en que llevo felicidad a los demás.
Lo único que tengo que hacer para experimentar toda la paz, toda la
serenidad, toda la sabiduría, toda la comprensión, toda la alegría y toda la
felicidad que se encuentra dentro de mí (y que es parte inherente de mi
naturaleza) es decidir dar estas cosas – ser la fuente de estas cosas para los
demás. Porque el momento en que yo doy estas cosas, experimento que las
tengo.
La manera más rápida de experimentar que tienes algo – la manera más rápida
de experimentar que ERES algo – es dar lo que tienes y lo que eres en plena
medida a los demás. Es por eso que casi todo maestro espiritual que ha caminado
por este planeta ha dicho: “Más bienaventurado es dar que recibir”.
No es porque “dar” sea “algo bueno”, sino porque “dar” es el camino más
rápido hacia el cofre del tesoro que yace dentro de cada uno de nosotros. Es la
combinación que abre la caja fuerte. Es la llave que hace girar la cerradura.
Es como llegamos al espacio donde reside nuestro Verdadero Yo.
Una vez que estamos en ese espacio, provenimos de ese espacio. Y ése es un
gran secreto.
Cuando yo era joven, una frase popular que usaba todo el mundo era, “¿De
dónde vienes?” Todo el mundo le preguntaba a todos los demás “¿De dónde
vienes con eso?” Cuando tú vienes desde el lugar donde reside el Verdadero
Yo, naturalmente envías hacia afuera –literalmente emites de ti mismo – la
Energía Esencial que se encuentra en el núcleo de tu ser.
Esta energía es llamada, por algunos, Amor. Eso es lo que Realmente Eres. Y
no hay manera más rápida ni más profunda de experimentar esto, que permitir que
esta energía fluya a través de ti hacia los demás.
Lo interesante de esto es que en esta elección no sólo te encuentras a ti
mismo, sino que le devuelves los demás a sí mismos. Porque lo que otros ven en
ti empiezan a ver en sí mismos. Tú te yergues como el gran ejemplo y la gran
posibilidad para los demás.
Y, por supuesto, a medida que tú llevas felicidad y alegría y paz a los
demás, ellos se experimentan a sí mismos como más de Quienes Realmente Son.
Ellos recuperan el contacto consigo mismos. Así pues, dos cosas ocurren al
mismo tiempo: Ellos se ven a sí mismos en ti, y ellos experimentan su Verdadero
Yo dentro de sí mismos.
Cuando llevas felicidad a alguien, ellos se vuelven felices. Cuando
llevas alegría a alguien, ellos se vuelvenalegres. Cuando llevas
sabiduría a alguien, ellos se vuelven sabios. Lo único que estás
haciendo es ponerlos en contacto con lo que ya existe dentro de ellos. Ésta es
la visión de todo gran maestro. Ésta es la comprensión de todo gran instructor.
Éste es el “¡ajá!” al que llega todo estudiante. No estamos haciendo nada aquí
con nuestro trabajo espiritual, sino dando a la gente de regreso a sí mismos.
Primero empezamos con nosotros mismos. Luego pasamos a los demás.
Finalmente, toda la humanidad es devuelta a Sí Misma.
¿Puede suceder esto? ¿Realmente puede ocurrir? ¿Es posible la
transformación de toda una especie? Por supuesto que lo es. Esto se llama
crecimiento. Es el medio por el cual una especie evoluciona.
Estamos entrando ahora en una fase rápida de este proceso. El proceso en sí
se está acelerando, de forma exponencial. La pregunta no es si esto está
sucediendo, la pregunta es, ¿qué parte vas a jugar en este suceso? ¿Va a ser
algo que te suceda A ti, o algo que suceda A TRAVÉS DE ti? Ésa es la única
pregunta.
Para que pueda suceder a través de nosotros, debemos liberarnos de nuestros
miedos.
Uno de los mayores miedos en la vida, como he observado, es el miedo de ser
rechazado. Ciertamente, yo he experimentado este miedo en mi vida. Y tendría
que creer que la mayoría de nosotros lo hemos hecho. He encontrado un poderoso
antídoto contra ese miedo. Simplemente no rechazo a nadie por ningún motivo
en absoluto.
Cuando doy a los demás mi total aceptación, sucede algo extraordinario. Dos
cosas, realmente. Primero, cuando doy mi aceptación total a los demás, me doy
total aceptación a mí mismo. Segundo, cuando doy mi aceptación total a
los demás, ellos me dan sutotal aceptación. Todo lo que va, vuelve. La
vida nos envía lo que nosotros le enviamos. Todo es tan simple como eso, y sé
que aquí estoy predicando a los conversos, así que por favor, no sientan que estoy
siendo condescendiente. La verdad es que estoy hablando conmigo mismo. Me estoy
recordando a mí mismo lo que ya sé.
Todas las cosas que temo, amplifico. Todas las cosas que amo, amplifico
también. Conversaciones con Dios nos dice que sólo hay dos lugares de
donde proceder a medida que avanzamos en nuestras vidas. Procedemos desde el
amor o procedemos desde el miedo en todo lo que pensamos y decimos y hacemos.
He aprendido a consultar mi sentido interno en cuanto a de dónde procedo
con todos mis pensamientos, palabras y acciones importantes. Y cuando siento
que procedo desde el Miedo, intento acercarme a la esencia de mi ser, a la
Energía Esencial , al Verdadero Yo.
A veces me parece peligroso hacer esto. A veces se siente como si estuviera
arriesgándolo todo. Sólo cuando paso a entender que no tengo nada que perder,
me resulta fácil afirmarme en mi verdad, decir lo que es para mí, expresarme
con autenticidad en todo momento, y quitar el escudo que he estado sosteniendo
delante de mí en mi ilusión de que tengo que protegerme de ti.
Estos días tengo claro que tú no eres de quien tengo que protegerme. Tú
eres de quien no quiero volver a separarme nunca más. Es en la realidad de
nuestra Unicidad que voy a encontrar mi verdadera libertad del miedo.
Les deseo lo mejor en este día. Les deseo buena suerte en su viaje. Les
deseo paz y alegría y amor y felicidad en su sendero. Les prometo
proporcionarles compañía en el camino cuando pueda y como pueda. Elijo nunca
volver a sentirme separado de la vida, en cualquiera de sus formas manifiestas.
Soy libre. Libre del miedo al fin. En la Unicidad , soy libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario