Salirse del Juego de los Juicios
por Jim Self
1º de Agosto de 2012
por Jim Self
1º de Agosto de 2012
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Has estado en este sendero de
conocimiento por muchísimo tiempo. Has estudiado los mejores libros de
autoayuda, has tomado los seminarios y has seguido a todos los maestros más
inspiradores. Has aprendido que estás en completo control de cómo diseñas tu
vida. Entonces, ¿por qué sigues encontrándote juzgando a los demás? (Sí, esa
voz pequeñita y diminuta todavía está ahí susurrando.)
¿Por qué eso sigue presentándose en tu
vida cuando pensabas que ya estabas más allá de todo eso?
Porque TÚ has sido juzgado.
Hay una línea muy interesante en medio
del Padre Nuestro. Dice: “Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos
a quienes nos ofenden”. No dice: “Ve a arreglar a ese tipo de allí y cuando él
sea perfecto y amable y considerado, entonces yo voy a considerar perdonarlo.”
Lo que esto realmente significa es: “He
asumido el equipaje de alguien y lo estoy llevando conmigo a todas partes. Pero
ahora estoy decidiendo y eligiendo creer que ellos son buenos. Por muy mal y
horrible que puedan estar actuando en este momento, ellos en realidad son
buenos. Simplemente están sintiendo mucho dolor.”
Verás, no hay gente mala—sólo hay mucha
gente sintiendo dolor. A veces ese dolor se manifiesta en voz muy alta. A veces
ese dolor es arrojado hacia ti en forma de juicios.
¿Alguna vez has tratado de trabajar
mientras tenías un dolor de muelas? No es muy cómodo. ¿Alguna vez has tenido
una astilla en el dedo mientras tratabas de teclear? No es fácil. La gente
tiene un dolor generalizado, porque se les ha mentido y mentido y mentido.
Ellos simplemente están manifestando lo que mejor saben hacer. ¿Alguna vez has
visto a alguien ir por ahí encolerizado, con dolor y energía de víctima? A
ellos les han mentido. La luz que reside en su interior se ha atenuado y ellos
simplemente están manifestando lo que creen que es la verdad.
¿Alguna vez has tenido la experiencia de
guardar rencor? Por ejemplo, digamos que yo te pateo y me voy. Tú piensas para
ti: “Qué imbécil que es ese tipo. Ni siquiera se disculpó.” Tú estás realmente
molesto por eso y se lo cuentas a todos tus amigos. Un año más tarde yo vengo a
tu ciudad y te digo: “Oye, qué gusto verte de nuevo.” ¿Qué es lo primero que te
viene a la mente? “Imbécil.” Pero entonces lo que pasa es que yo digo: “Parece
que estuvieras enojado conmigo.”
“¡Lo estoy! Tú me diste una patada y
eres un idiota y...”
“Vaya, no lo sabía. Ahora que lo pienso,
recuerdo que cuando me levanté pensé que había golpeado la silla o algo así. Lo
siento mucho. Si lo hubiera sabido, definitivamente te habría pedido
disculpas.”
En ese momento, ¿todavía sientes ese
rencor? No realmente. Pero durante todo ese año, ¿quién estuvo atascado—tú o
yo? Tú te sentaste todo un año refunfuñando y juzgando. Mayormente, tú elegiste
quedarte en esa energía de juicio porque no obtuviste lo que realmente y
apasionadamente querías de mí. Tú querías un “¡Hola!”. Hola. ¡Yo te veo! Eso es
lo que has querido toda tu vida. Sólo querías que alguien te dijera: “¡Hola! Yo
puedo ver tu resplandor.” Muy sencillo.
En el jardín de infantes, ¿le mostraste
a alguien tu dibujo de un elefante que habías pintado color naranja por todas
partes, saliéndote de las líneas? Tal vez la respuesta fue: “Eso no es un
elefante. Es sólo un garabato pintarrajeado. ¿No sabes que los elefantes son
grises y se quedan dentro de las líneas? Que no se te ocurra volver a dibujar
así.” Si eso te pasa a ti, ¿vas a volver a dibujar otro elefante? Probablemente
no. Entonces, ¿llevas contigo un poco de juicio en tu espacio acerca de quién
eres y de qué eres capaz? (Mucho).
Esa desaprobación proviene de personas
que están sintiendo dolor. Ellos no son malos—sólo están sufriendo. ¿El mirar
atrás a esa experiencia pasada desde una nueva perspectiva, la cambia un poco?
Te deshiciste de los juicios de correcto/incorrecto y bueno/malo. Por ahí se
van los juicios. Todo lo que queda es experiencias— experiencias interesantes,
divertidas. Tú puedes hacer una elección distinta ahora.
Puedes elegir la compasión.
¿Te gustaría comenzar a soltar un poco de
ese dolor para que ya no tengas que andar cargando juicios? Cuando eliges ver
las experiencias de vida desde una perspectiva más alta, te encuentras con esa
parte de ti más elevada, más antigua, más sabia y más amplia. Tu Yo Superior se
encuentra allí y te dice: “Yo quiero agregar a Todo-Lo-Que-Es. Quiero
experimentar más.”
Verás, cuando entraste en este cuerpo,
dijiste: “Soy un espíritu grande y capaz. Yo recuerdo quién soy. Voy a hacer
una diferencia. Voy a romper el actual juego del dolor. Voy a romper los
juicios que se han añadido a los juicios que se han añadido a las mentiras que
se han añadido al dolor que se ha añadido al castigo que se ha añadido a más
juicios.”
Dijiste: “Cuando entre en este cuerpo,
voy a venir con el objetivo de traer el Cielo a la Tierra.”
Copyright © - Se puede compartir este
artículo siempre y cuando se mantenga completo su contenido, se dé crédito al
autor, y se incluya el sitio web: www.MasteringAlchemy.com.
Gracias.
Estos y otros artículos de interés pueden ser
descargados en archivo Word desde el sitio creado en http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm para
ARTÍCULOS DE INTERÉS
No hay comentarios:
Publicar un comentario